Las promesas incumplidas con el acueducto de La Mesa - Anapoima
La construcción de la obra lleva 17 años por culpa de la corrupción, los sobrecostos y la falta de planeación.
El proyecto del acueducto La Mesa - Anapoima, en el departamento de Cundinamarca, lleva 17 años de promesas incumplidas. La corrupción, los sobrecostos y la falta de planeación viene afectando a más de 104 personas que sólo cuentan con agua potable dos días a la semana.
En diálogo con Sigue La W, Pioquinto Castañeda, veedor ciudadano, aseguró que “llevamos 17 años” en esta situación. “Siempre que viene la campaña política se nos promete que en la próxima administración se va a dar solución a eso”, pero eso no se ha hecho realidad.
“Desde 2004 se inició este proyecto que valía 19 mil millones y ahora cuesta” más de 37 mil millones. “Es el típico elefante blanco”, sentenció Castañeda, añadiendo que “el metro de Bogotá terminará primero”. Este proyecto “ha servido para los politiqueros de turno. Los entes de control han estado totalmente alejados de la realidad. A día de hoy no sabemos si tenemos agua. Son tres horas cada ocho días”.
Santiago Arroyo, habitante de la región, afirmó que “es una vergüenza”, debido a que “recibimos agua de acueductos veredales y cada uno surte de manera muy inconstante”. Los ritmos de aprovisionamiento han sido, en ocasiones, “de un día cada dos semanas y por pocas horas”. “En este momento estamos de acuerdo con la construcción, es un beneficio que marca el desarrollo de la región, pero la región por donde pasa la tubería no se va a beneficiar del agua una vez quede listo el acueducto. Las vías son destrozadas, esto lo hace intransitable. En diciembre pasado una persona murió en las veredas y no hubo cómo sacar el cadáver en carro, sino con hamaca”.
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Por su parte, Wilson Flórez, diputado de Cundinamarca, resaltó que “en La Mesa estamos cansados. Cada vez que hay elecciones, esto se convierte en maquinaria política”. Además, dijo que “el contrato fue de 32 mil millones” y el proyecto iba a ser entregado “en junio de 2020, y ahora quieren agregar esos 37 mil millones, que no están justificados por ningún lado, no hay estudio técnico que lo justifique”. “Nadie mueve un diente para responder por qué subió tanto el precio. Podemos estar ante un acueducto que no va a tener agua”, finalizó.
Juan Eduardo Quintero, gerente de las Empresas Públicas de Cundinamarca, respondió que “se firmó un convenio en 2016 entre cinco partes para ejecutar unas obras”. “El Grupo Lulle dejó abandonada esta obra”. Sin esos 37 mil millones adicionales “no se puede terminar la obra, eso es lo que dice la mesa”. “Hay tubería que está en muy mal estado y no permite la continuación de la obra. Estamos terminando de hacer la evaluación y la viabilidad de los recursos. Es un compromiso de esta Gobernación terminar el proyecto”. Quintero afirmó que la obra será entregada a mitades del año 2022.