En cementerio de Montería habrían encontrado muertos de la masacre de Pueblo Bello

De acuerdo con la información preliminar que se conoce por parte de la Fiscalía General de la Nación, en el cementerio San Antonio del barrio P-5, sur de la ciudad de Montería, se habrían encontrado 35 cuerpos de las 43 personas desaparecidas en la masacre cometida por paramilitares en el corregimiento Pueblo Bello, del municipio de Turbo, Antioquia, el 14 de enero de 1990.

“La Fiscalía General de la Nación mediante una orden judicial, ordenó una prospección de un terreno de 310 metros cuadrados que están actualmente ocupados por el lado C del cementerio, línea 5, 6, 7 y 8. Estas líneas están ocupadas con bóvedas y nichos, y necesariamente se requiere hacer exhumaciones de los cuerpos que están ahí inhumados, trasladarlos a unos depósitos temporales para poder entrar a demoler esa zona y empezar a hacer la prospección”, se informó por parte de Adria Gómez, delegada de Derechos Humanos de la Fiscalía.

“La prospección es la búsqueda de las víctimas de la masacre que estamos buscando y que están en el subsuelo de esas zonas que vamos a intervenir”, agregó la delegada.

Un grupo especializado de Derechos Humanos de la Fiscalía llegó justo a la capital cordobesa para coordinar las acciones de identificación y, posteriormente, realizar las respectivas ceremonias para la entrega oficial de restos a los familiares. El organismo investigador, advierte que estas labores tomarán varios días.

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Sobre la masacre en Pueblo Bello, se ha logrado establecer que grupos paramilitares liderados por Fidel Castaño, en complicidad con miembros del Batallón de Infantería No. 32 Francisco de Paula Vélez, desaparecieron forzadamente a 43 campesinos, los mismos que hoy siguen buscando las autoridades, y de los que en buena parte se han encontrado enterrados en Montería.

Teniendo en cuenta lo anterior, en enero de 2006, la Corte Interamericana de Derechos Humanos profirió sentencia en la que determinó que el Estado colombiano violó los derechos a la vida, a la integridad personal y a la libertad de las 43 personas desaparecidas; y ordenó reparar a las familias.

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