El pasado 4 de agosto, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, informó que se entregó voluntariamente ante las autoridades uno de los aficionados de Atlético Nacional que le propinaron una golpiza a un hincha de Independiente Santa Fe. Se trata de Mateo Molina Fonseca, aficionado de Nacional, quien fue uno de los protagonistas de los hechos violentos ocurridos durante la reapertura del fútbol con público en Bogotá en la noche del 3 de agosto. Los hechos se produjeron durante el partido entre Independiente Santa Fe y Atlético Nacional que daba la apertura para que los hinchas del fútbol regresaran al estadio El Campín después de un año y medio sin público, en el cual se vivió una verdadera batalla campal. A pesar de que el juego inició con colorido en las tribunas y buen ambiente en la cancha, al finalizar el primer tiempo se desató el enfrentamiento entre ‘barras bravas’ de ambos equipos, lo cual provocó la intervención de los policías que había al interior del estadio. Según videos captados en el lugar por otros asistentes, Molina Fonseca le propinó varias patadas en la cabeza a Edison Romario, un hincha de Santa Fe, después de que este perdiera el equilibrio en medio de la golpiza. Posteriormente, la víctima fue remitida a una clínica tras sufrir trauma craneoencefálico. Después de conocerse la identidad del agresor al día siguiente, Molina Fonseca se presentó ante las autoridades. Sin embargo, ante las verificaciones correspondientes, aún no existía denuncia formal ni orden de captura en su contra. Por ese motivo, fue dejado en libertad.