Periodistas denuncian ataques a la prensa en medio de las manifestaciones
Jonathan Bock, director de la FLIP, manifestó en Sigue La W que la prensa debe tener garantías para poder hacer su trabajo.
La Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) ha documentado más de 122 agresiones contra periodistas y trabajadores de medios de comunicación durante el cubrimiento de las manifestaciones en el país, que ya completan 17 días.
Según el gremio, no solo se trata de agresiones físicas, sino que también se ha evidenciado imposibilidad de acceder a información oficial, estigmatización contra la prensa desde diferentes sectores, limitación del flujo de información en redes sociales y censura de contenidos de alto interés público.
Juan Carlos Giraldo, periodista Red Más Noticias – Bogotá, afirmó en Sigue La W que mientras cubría las manifestaciones en Cali, entrevistó a uno de los líderes de la región, quien fue requisado por cuatro o cinco personas. Todo esto se vio durante la trasmisión en vivo. “Nosotros grabamos” los hechos. Justo después, “las personas nos dicen que ‘eso sí lo graban, amarillistas’. “En la noche, le dimos el micrófono a los protestantes para que hablaran sobre por qué protestaban. Decidimos hacer un directo ahí”. Sin embargo, “una mujer que ve la transmisión comenta que estamos afectando a los manifestantes. En cuestión de segundos, 40 personas nos rodearon y empezaron a agredidos. Un encapuchado me dice que ‘ustedes no salen en vivo ya’”.
Otro testimonio fue del periodista Kevin Acosta, también en Popayán, aseguró quien se dedica al periodismo independiente y social. “Nos encontramos con mucho miedo”, aseveró, añadiendo que “estamos intentando mostrar todo lo que está sucediendo”. Al día de hoy “hemos sufrido aproximadamente siete agresiones por parte de la Fuerza Pública”. Una de esas agresiones constó en que “un agente de la policía golpea a un manifestante retenido. Voy a grabar el número de placa para identificación y empiezan a empujar al retenido a la cámara para que no se pueda ver. Quedé encerrado entre escaleras y el muro. Llegan ocho agentes, de los cuales dos retiran al joven y seis intentan retirarme el celular”.
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Francisco Calderón, periodista de Popayán, manifestó que “cubría la marcha del Centro Histórico de Popayán. En medio de la confrontación, fui atacado por un integrante del Esmad. Me accionó la aturdidora y me lesionó el pie derecho”.
Por último, Jonathan Bock, director de la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip), aseguró que “hay que plantear la situación desde el punto de vista de que este es un momento sin precedentes, no solo por el número de agresiones, sino porque hay un intento de captura por parte del Estado del debate público”, el cual consiste en “imponer a la fuerza la narrativa institucional, intentando minimizar y criminalizar lo que está sucediendo”.
“En la última semana hay hechos terriblemente preocupantes. Es inexplicable que el Ministro de Defensa hable de ciberterrorismo en vez de hablar abuso de la fuerza pública”, dijo. También expresó su rechazo por el hecho de no haber “recibido apoyo del Gobierno a la prensa”. “Es inadmisible la grabación que se difundió de congresistas que quieren chantajear a los medios de comunicación para que se publique lo que ellos quieren”.
Bock comentó también que “todo esto viene acompañado de insultos y agresiones. Los policías piensan que somos sus enemigos”. Además, periodistas internacionales le han contado que “nunca habían vivido situaciones similares en otros países, esa enemistad por parte de la fuerza pública, que son amplificados por los funcionarios públicos”.
El director de la Flip hizo un llamado para que “conozcamos la información y que la prensa tenga sus garantías para hacer su trabajo. Una prensa crítica es fundamental”, sobre todo en estos momentos. “Lo que vemos en redes sociales juega también un papel muy importante. En el caso de la joven en Popayán”, quien fue abusada por cuatro oficiales y por estos hechos se quitó la vida, “ella es detenida precisamente porque estaba grabando. Es fundamental que se mande un trabajo de respeto a los medios”.