La U avalará maniobra de Eduardo Pulgar para reelegirse en cuerpo ajeno
Daniel Coronell habla sobre la robusta maquinaria electoral del exsenador Eduardo Pulgar en la costa Caribe.
La U avalará maniobra de Eduardo Pulgar para reelegirse en cuerpo ajeno
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Un partido político avalará la maniobra del exsenador Eduardo Pulgar para hacerse reelegir en cuerpo ajeno en 2022. Foto: Colprensa / ÁLVARO TAVERA
Desde hace unas semanas viene sonando con insistencia la posibilidad de que el condenado y cómodamente preso exsenador Eduardo Pulgar haga elegir como senadora a su actual compañera permanente Ana Josefina Ucrós Rosales, conocida como Any Ucrós.
Por un lado, nadie quiere cargar con el merecido desprestigio del exsenador Pulgar, pero, por otro lado, a muchos partidos se les hace agua la boca con los 81.000 votos que el ahora condenado logró en la elección de 2018. Parte de esos votos está en el Magdalena y otra parte en el Atlántico. Aunque Pulgar es barranquillero, tiene más votos amarrados en el Magdalena que en el Atlántico.
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La robusta maquinaria electoral de Pulgar es muy activa, entre otros municipios, en la segunda ciudad del Atlántico: Soledad. Allí fue elegido alcalde, hace dos años, con casi 60.000 votos, Rodolfo Ucrós, hermano de Any Ucrós y, por ende, cuñado de Pulgar.
La presencia de Pulgar se nota en la Alcaldía de Ucrós. Son cuotas suyas -entre otros- los secretarios de Obras, Salud, Competitividad y el contralor municipal. Todos ellos “importados” de otros municipios del Magdalena, Atlántico y Cesar, donde Pulgar tiene feudos electorales.
Pero, además, no será la primera vez que Eduardo Pulgar se hace elegir en cuerpo ajeno, o hace escoger a su mujer en el congreso. Su anterior esposa, Karime Motta, fue elegida senadora en 2010, cuando él no podía aspirar por estar sancionado a 18 años de inhabilidad.
La sanción -que le impedía ejercer cualquier cargo público- se la había impuesto la Procuraduría General de la Nación a Pulgar por haber firmado, como vicepresidente del Concejo de Barranquilla, actas falsas que permitieron el pago de sueldos y jubilaciones fraudulentas a decenas de personas que aparecían como empleados del concejo sin serlo.
La sanción fue revocada después por Alejandro Ordóñez, por aquellos días procurador general de la Nación. Dicha revocatoria, muy discutible jurídica y éticamente, se presentó justo después de que Karime Mota, entonces esposa esposa de Pulgar, votara para reelegir a Ordóñez como procurador.
Por cuenta de esa decisión de la Procuraduría de Ordóñez, Pulgar pudo ser elegido senador en 2014 y en 2018, logrando en las dos ocasiones más de 80.000 votos.
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Mientras tanto, Any Ucrós, la nueva dueña del corazón de Pulgar, recibía su sueldo oficial -ni más faltaba- como miembro de la Unidad de Trabajo Legislativo de Kelyn Johana González, representante a la Cámara por el Magdalena.
Kelyn Johana González, a su vez, fue elegida por el Partido Liberal, pero sobre todo por la maquinaria electoral de su marido, el exrepresentante a la Cámara y exalcalde de Tenerife (Magdalena), Rodrigo Roncallo, quien estaba en la cárcel de La Picota y coincidió brevemente con Pulgar. Roncallo estaba preso por sus presuntos vínculos con los paramilitares y por ser partícipe de un acuerdo de campaña y gobierno compartido con alias ‘Jorge 40’, llamado el Pacto de Chibolo.
Y vean ustedes, justamente un juez de Chibolo declaró que Roncallo debería salir de la cárcel por habeas corpus, a pesar de que el mismo ha aceptado sus nexos con paramilitares.
Pero volvamos a Pulgar y a su actual compañera Any Ucrós: como ella trabajaba en la UTL de Kelyn Johana González, parlamentaria liberal, todas las previsiones apuntaban a que aspiraría al Senado por el Partido Liberal.
El expresidente César Gaviria, jefe del Partido Liberal, era en este caso el sospechoso obvio. Era como el hombre con la pistola humeante al lado del cadáver. Así que lo llamé a preguntarle si le daría aval a la futura senadora de Eduardo Pulgar.
Gaviria me aseguró que no conocía a Any Ucrós, ni a Eduardo Pulgar, que nadie le había pedido el aval liberal para ella y que, además, ya tenía lleno el cupo de aspirantes liberales al Senado por el Atlántico con Mauricio Gómez Amín, Laura Fortich y Carlos Rojano.
Tres nombres que -ahora sí, ciertamente- no son para morirse de orgullo, pero donde no está Pulgar.
Si no era el Partido Liberal el que iba a avalar a la mujer de Pulgar, el segundo en orden de sospechas era el Partido de la U, que ha sido últimamente el del propio Pulgar. Por eso llamé a su directora única, la exgobernadora Dilian Francisca Toro.
Le pregunté si sabía algo de la aspiración de la actual mujer del condenado senador Eduardo Pulgar y -ustedes conocen a los políticos- después de breve justificación retórica: Que las responsabilidades penales son individuales, que el Partido de la U siempre estudia si existen inhabilidades legales, que se procede de acuerdo con los estatutos, Dilian Francisca soltó la pepa:
Any Ucrós ya pidió el aval para aspirar al senado por el Partido de la U. Hace unos días se reunió para eso con Dilian Francisca y lo más seguro es que se lo otorguen.
Así es que el Partido de la U, de Dilian Francisca Toro, recupera la curul de Pulgar a quien se le había aplicado la figura de la silla vacía y se queda con los 80.000 votos de su maquinaria.
Aquí no ha pasado nada. Pulgar seguirá haciendo negocios, y tan poderoso como siempre, desde su confortable detención en el batallón Vergara y Velasco de Malambo, Atlántico, donde -por cierto- rentó una casa vecina, ahí en el barrio El Esfuerzo, para atender a sus tenientes electorales que van a recibir sus instrucciones.