Inversiones por $18 mil millones no alcanzan para frenar la erosión en el Magdalena
De acuerdo con el alcalde de la población afectada ya son 400 metros comprometidos en la socavación.
La emergencia en el tramo que divide a los municipios de Salamina y El Piñón en la ribera del río Magdalena aumenta en sus proporciones, este jueves por la noche se registró el desmoronamiento de la vía que ha servido como muro de contención. Entre los kilómetros 2.0 y 2.4 hay 400 metros expuestos a la erosión fluvial.
El primer llamado de alerta ocurrió el año pasado cuando los mandatarios locales en turno mostraron el peligro que se avecinaba, pero solo hubo respuestas hasta el mes de agosto del 2020 cuando el afluente debilitó la carretera y afectó el kilómetro 2.4.
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En el sitio se adelantaron labores para retomar el paso entre las poblaciones por parte de Invías, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) destinó $3.500 millones de pesos para obras de mitigación. Desde el momento se empezaron a buscar alternativas para dragar el islote ‘El Tamarindo’, situado en frente del área erosionada y quien desvía el 70% de la fuerza del caudal.
A principios de octubre otro punto crítico entró en actividad, el kilómetro 2,2. La zona nuevamente reportó el colapso de una cantidad considerable del dique, agudizando más la problemática. Esta coyuntura motivó la gestión de Cormagdalena ante el Ministerio de Hacienda que destinó $10 mil millones de pesos para el contrato del dragado, el cual fue concedido a la firma ‘Dragados Hidráulicos S.A.’
El alcalde de Salamina, Luis Ramón Orozco, precisó que hay un nuevo recurso para invertir en el área socavada. “En la UNGRD me dieron una información concreta, se van a invertir $4.460 millones con el mismo trabajo que se viene haciendo, lanzando una geobolsas para crear una nueva barrera de contención. Las obras empiezan ya”, dijo.
Esta semana por los menos 30 metros cuadrados más de borda se fueron al agua, incluyendo una edificación de concreto donde funcionaban las oficinas de la empresa que opera el ferry.
La sumatoria de los recursos parecen no alcanzar para frenar el ímpetu y dinamismo del río Magdalena, pues, según la comunidad “los niveles del afluente están en aumento y los trabajos de dragado y mitigación han sido tardíos”.
Orozco también agregó que no se ha estipulado un trabajo de gran envergadura una vez se normalicen los niveles y pase la calamidad, por lo cual reclama a Cormagdalena, la UNGRD e Invías, el apalancamiento de estos proyectos.