Putin y Erdogan acuerdan alto el fuego en región siria de Idlib
Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y Turquía, Recep Tayyip Erdogan, anunciaron un alto el fuego para poner fin a semanas de enfrentamientos en la región siria de Idlib.
Tras más de seis horas de negociaciones en el Kremlin, sede de la presidencia rusa, el presidente turco anunció en una conferencia de prensa conjunta con Putin este alto el fuego que se iniciará en la media noche del viernes, esperando que sea "duradero".
Según el texto del acuerdo consultado por la AFP, los dos países llevarán a cabo patrullas conjuntas en la autopista M4, un eje estratégico que cruza la región siria de Idlib.
Rusia y Turquía han previsto un "pasillo de seguridad" de seis kilómetros en cada lado de la autopista (12 kms). Los parámetros de esta zona serán definidos por ambos países en los próximos siete días, según el texto.
Este acuerdo debería poner fin a semanas de intensos combates en torno a Idlib, último bastión rebelde y yihadista en el noroeste de Siria, donde Turquía interviene contra las fuerzas del régimen de Bashar al Asad, apoyadas por Rusia.
Estos combates han provocado una catástrofe humanitaria, con cerca de un millón de desplazados hacia la frontera de Turquía, y decenas de soldados turcos muertos.
"Nuestro objetivo es evitar que empeore la crisis humanitaria", declaró Erdogan, aunque advirtió que su país se "reserva el derecho de responder con todas sus fuerzas y en cualquier lugar a cualquier ataque del régimen" sirio.
Putin, por su parte, dijo que espera que este texto sirva de "base sólida para poner fin a los combates en la zona" y "al sufrimiento de la población".
- Tensiones Turquía-Rusia -
"No siempre hemos estado de acuerdo con nuestros socios turcos. Pero en cada momento crítico, gracias a reuniones bilaterales, hemos encontrado una base común", dijo el presidente ruso.
La escalada de los combates en Idlib causó tensiones diplomáticas entre Rusia, aliado del régimen sirio, y Turquía, apoyo de los rebeldes, haciendo planear el riesgo de enfrentamiento directo entre los dos países que se han convertido en los principales actores internacionales en el conflicto sirio.
Al inicio de su encuentro, Putin presentó sus condolencias a Erdogan. "Tenemos que hablar para que no se vuelva a producir y no destruya las relaciones ruso-turcas", subrayó mientras su homólogo turco aseguró que esperaba que la negociación "alivie a la región y a nuestros dos países".
Las tensiones en Idlib hicieron saltar en pedazos los acuerdos concluidos entre los dos presidente en 2018 en la localidad rusa de Sochi para poner fin a los combates en esta región e instaurar una zona desmilitarizada.
También dieron lugar a un frenético intercambio entre las dos capitales, que reforzaron su cooperación en los últimos años sobre el dossier sirio, pese a sus intereses divergentes.
Turquía acusó a Rusia de no respetar los acuerdos de Sochi, que garantizaban el statu quo en el terreno y la suspensión de bombardeos en Idlib, mientras que Moscú acusó al gobierno turco de no hacer nada para "neutralizar a los terroristas" en esta región.
El jueves, al menos 15 civiles, entre ellos un menor, perdieron la vida en los bombardeos aéreos rusos en Idlib, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Turquía, que acoge a más de 3,6 millones de sirios, reclamó el miércoles el apoyo europeo a las "soluciones políticas y humanitarias en Siria", indispensable, según Ankara, para establecer una tregua y resolver la crisis migratoria. La UE rechazó de plano que el gobierno turco la chantajee con los migrantes.
Erdogan ordenó la apertura de fronteras de su país y decenas de miles de personas han intentado llegar a Grecia para proseguir camino a otros países europeos, en particular Alemania y Suecia, provocando enfrentamientos entre refugiados y policías en la frontera griega.