Woodstock 50. Crónica de una muerte anunciada

Por: Matheo Duarte

Woodstock, “una exposición acuaria de 3 días de paz y música”, fue un evento sin precedentes y de dimensiones bíblicas. Épico e increíble. Llevado a cabo en la granja lechera de 600 acres de Max Yasgur, en las montañas de Catskill, cerca de White Lake en Bethel, al noroeste de la ciudad de Nueva York, entre el 15 y el 18 de agosto de 1969, siendo ampliamente considerado como un momento crucial en la historia de la música popular, así como el nexo definitivo para la mayor generación de contracultura.

Del 16 al 18 de agosto de 2019, se celebraría el aniversario número 50 del festival con un nuevo concierto, pero después de una “serie de eventos desafortunados”, como la salida de su principal inversor, el rechazo para obtener los permisos para realizar el evento en Nueva York y la salida de artistas de la talla de Jay-Z, Miley Cyrus y Santana, el pasado 31 de julio y después de 7 meses de infructuosos esfuerzos, sus organizadores anunciaron su cancelación.

Así, después de tantos inconvenientes y obstáculos para capturar un momento que ya pasó, es claro que Woodstock no puede y no podrá ser duplicado, tal como lo demostraron las ediciones del 94 y 99, por lo que quizás lo mejor era dejarlo así.