Internacional

Cristina Fernández sorprendió con aspiración vicepresidencial en Argentina

En su país esperaban que, la dos veces presidenta, volviera a aspirar al mismo cargo, pero ella decidió acompañar la aspiración de Alberto Fernández, a quien ya tildan de títere

Cristina Fernández. Foto: Agencia EFE

Cristina Fernández. Foto: Agencia EFE(Thot)

Cristina Fernández sorprendió, otra vez, a todos: cuando Argentina esperaba su preceptiva candidatura a presidenta, anunció este sábado a primera hora de la mañana que sí, que estará en una fórmula, pero que lo hará como vicepresidenta, un movimiento con el que apunta a ampliar su base de votantes.

La analista política Mariel Fornoni, directora de la consultora M&F, argumenta a Efe que la jugada política de Fernández tiende a "amplificar su base dura de votantes con un candidato que podría parecer como más moderado".

Se trata de una fórmula inesperada en el desarrollo de la partida de ajedrez que son las próximas elecciones argentinas del 27 de octubre -#MueveLaDama fue una de las tendencias de los últimos días en el país-, un paso diferente al que el Gobierno y el resto de candidatos opositores que concurren a primarias tenían en su guion.

Ya hace varios meses que en la económicamente apaleada sociedad argentina se venía rumoreando el regreso de Cristina, como se le dice popularmente a la presidenta entre 2007 y 2015, pero al final ha optado por una fórmula que fuerza a los demás rivales a reprogramarse.

"Es una jugada de anticipación que los obliga a todos a reformular sus estrategias", indica Fornoni.

Pasaban pocos minutos de las nueve de la mañana cuando la mayor candidatura opositora de Argentina salía a la luz a través de un vídeo de doce minutos publicado y narrado no por quien aspira a la presidencia sino por la persona que va como segunda en la lista.

La actual senadora se dirigió a los argentinos para decir que los dirigentes deben dejar de lado "las ambiciones y las vanidades personales" y por eso se mostró dispuesta a aportar "desde el lugar que pueda ser más útil".

Al parecer, el lugar más útil es al lado -o detrás- de Alberto Fernández, un exjefe de Gabinete kirchnerista que no estaba en ninguna quiniela para la presidencia aunque sí se perfiló como hombre fuerte de Cristina en sus últimas apariciones.

"Fernández y Fernández"', eso es lo que se podría leer en la boleta presidencial si la dupla opositora consigue superar las elecciones primarias, abiertas, simultaneas y obligatorias (PASO) del 11 de agosto.

Para Fornoni, Alberto Fernández cuenta con el aval de "haber sido mano derecha de Néstor Kirchner al salir de la crisis de 2001" y puede convencer a los indecisos, que siempre inclinan la balanza en el país suramericano y que puede no ser kirchnerista pero al mismo tiempo es crítico con el Ejecutivo de Mauricio Macri, que atraviesa una crisis con 55 % de inflación interanual y la moneda devaluada.

Cristina Fernández, además, elige este camino en un momento en el que está por delante en las encuestas, por lo que busca "amarrar" la victoria.

La expresidenta tiene una base de votantes fiel a la que con probabilidad no le va a "importar que sea segunda o primera" y puede crecer desde ahí con una "alternativa convincente".

Las primeras reacciones de los contrarios a Cristina tildan a Alberto Fernández de "títere", aunque Fornoni ve al precandidato como un hombre "de armas tomar" durante el kirchnerismo y con el que la exmandataria acabó enfrentada de manera severa.

La primera respuesta de Macri, velada, se produjo en un acto de captación de voluntarios para su campaña poco después del anuncio.

"Volver al pasado sería autodestruirnos", dijo, en la que por otra parte es una frase manida en el argumentario oficialista de los últimos meses.

Las palabras más fuertes llegaron tuiteadas por el titular del Sistema Federal de Medios, Hernán Lombardi, y por la mediática diputada Elisa Carrió, quien calificó la fórmula de "Jack el Destripador que garantiza la impunidad de todas y todos (política y empresarios)".

Carrió se refería así a la posibilidad de que Cristina Fernández, que se debe sentar por primera vez en el banquillo este mismo martes por supuesta corrupción, busque un doble fuero además del que ya tiene como senadora.

La ley en Argentina establece que, en el caso de que el presidente o vicepresidente sea desposeido de sus fueros, debe enfrentarse además a un juicio político para ser detenido.

En un fin de semana que aparentaba tranquilo antes de la tormenta del juicio que ocupará toda la semana próxima, la exmandataria ha reorientado el foco y, por lo pronto, ya ha conseguido que otros aspirantes de su línea política retiren sus precandidaturas y que otros, como Sergio Massa, tengan que reaccionar en poco tiempo ante la nueva posición de la dama en el tablero

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