Robert De Niro jamás se prestaría a interpretar a Donald Trump en el cine
El veterano actor ha vuelto a dejar patente la antipatía que siente por el actual presidente de Estados Unidos al expresar su nulo interés en contar su historia en la gran pantalla
Desde que tomara posesión como presidente de Estados Unidos a principios de 2017, el empresario reconvertido en político Donald Trump ha visto cómo algunos de los rostros más conocidos del mundo del espectáculo -ese sector plagado de "liberales", como ha llegado a definirlo de forma claramente despectiva- han intensificado sus críticas contra su persona y, sobre todo, contra aquellas propuestas tan regresivas que ha puesto sobre la mesa al tiempo que las aderezaba con fuertes dosis de retórica incendiaria.
Antes incluso de que derrotara a la candidata demócrata Hillary Clinton en las elecciones de noviembre de 2016, el actual mandatario ya recibía rotundos embistes dialécticos por parte de uno de sus enemigos jurados, el incombustible Robert De Niro, quien no dudó en asegurar en una ocasión que, si solo de él dependiera, ya le habría propinado un puñetazo en la cara al republicano para rebajar de alguna forma sus niveles de "arrogancia".
Sin embargo, ahora el veterano intérprete se ha distanciado ligeramente de esos exabruptos que solía dedicar a Trump en sus intervenciones públicas -como ese "Que le jod**" que soltó desde el escenario de la ceremonia de entrega de los premios Tony el verano pasado- para arremeter contra el comandante en jefe desde otro enfoque igualmente llamativo pero que denota un mayor grado de reposo: el que se desprende del nulo interés que tendría en "contar su historia" interpretándole en la gran pantalla.
"Jamás me animaría a hacer de él en el cine, nunca. Siempre he sido capaz de ponerme en la piel de mis personajes, de ver las cosas desde su punto de vista, y podría hacerlo con él, pero es que siento tan poca simpatía por su persona y por su historia... Hablamos de un tipo al que no le importa nada de lo que ha hecho, que no asume la responsabilidad de sus actos y que no valora en absoluto la posición que ostenta", ha explicado el astro de Hollywood en una entrevista al diario The Guardian.
"Suelo decir que toda persona tiene una historia interesante que contar, que la clave reside en cómo narrarla. El problema, en su caso, es que nunca he visto de él ni un atisbo de reflexión, de análisis o de razonamiento. Él es plenamente consciente de que utiliza mentiras para desprestigiar a sus rivales, y sus trucos sucios son una proyección de sí mismo. No creo que sea un tipo 'diabólico' como tal, pienso que es simplemente vulgar", ha añadido.
Aunque en esta ocasión no ha empleado ninguna palabrota o expresión malsonante para tratar de describir el carácter y, sobre todo, su percepción personal del presidente estadounidense, Robert De Niro no ha tenido reparo alguno a la hora de reafirmarse en su convicción de que Donald Trump es un "supremacista blanco" y un "fascista" que poco tiene que envidiar -en ese sentido- a algunos de los personajes más fatídicos de la historia del siglo XX.
"Sí, las dos cosas, porque creo que lo primero lleva a lo segundo. Si de verdad pudiera salirse con la suya durante su tiempo en la presidencia, nuestro país acabaría en un estado francamente lamentable", ha sentenciado.