Proyecto de modernización de las TIC nos ahoga financieramente: presidente del Canal Uno
Ramiro Avendaño solicitó que se le hicieran reformas a esta esta iniciativa, pues genera un inmediato desbalance que beneficia a los canales privados de televisión.
En diálogo con La W, Ramiro Avendaño, nuevo presidente del Canal Uno, se refirió al llamado hecho la noche anterior por el periodista y director del noticiero CM&, Yamid Amat, ante la inminente desaparición de la televisión pública en el país.
Avendaño explica que "la nueva ley de modificación de telecomunicaciones, que actualmente está en trámite en el Congreso y que buscaría establecer unas reglas de juego más claras para la inversión, olvidó incluir al Canal Uno dentro de las modificaciones". Lo anterior, según Avendaño, creando un desbalance en favor de los dos canales privados tradicionales de televisión.
Para Avendaño, el proyecto "ahogaría financieramente" al Canal 1, al dar ventajas importantes a los canales privados de televisión. No obstante afirma que no cree que el proyecto esté diseñado de forma amañada buscando dicho favorecimiento.
"Las consecuencias pueden ser fatales para el canal como lo expresó Yamid".
El directivo de Canal 1 afirmó que actualmente están buscando que dicho proyecto se modifique antes de ser presentado y debatido en la plenaria de las cámaras, buscando que no se desconozca la existencia de escenarios y canales de televisión que presentan condiciones de competencia desiguales.
Avendaño afirma que el proyecto de ley, que genera la presente polémica, está pensado para que haya inversiones y que es ecuánime, más sin embargo para él, "como a todas las leyes, se escriben cosas y quedan faltando cosas por incluirles, y a ésta le hacen falta algunas cositas", recordando a su vez que ya han sido escuchados por los miembros del Senado, y se manifestó confiado en que los errores existentes puedan ser corregidos en el trámite y los debates que se adelantarán durante la presente semana.
Para el directivo, de la empresa que recibió hace año y medio el Canal Uno en modo de concesión, el miedo radica en el "cambio de condiciones del mercado y la estabilidad jurídica de la inversión". Ramiro Avendaño destaca el espíritu de la ley, pero reitera la necesidad de modificarla de forma que se minimicen los daños colaterales que actualmente estaría causando dicha iniciativa.
Sobre el tema del regulador convergente, Avendaño explica que más allá de ello, lo importante para el Canal Uno sería la independencia de los comisionados, afirmando que de ello dependerían las garantías no solo para los canales u operadores, sino también para el televidente. "Que sea el Estado y no el Gobierno quien regule la televisión pública", precisó. Dicho en otras palabras, se debe buscar que prevalezca la libertad de prensa, y el mecanismo planteado podría prestarse para escenarios de censura.
Sobre las plataformas de televisión por demanda, similares a Netflix, Avendaño señaló la necesidad de encontrar la forma de regularlo, pero indica que ese punto específico no es un problema exclusivo de Colombia, sino que por el contrario es una preocupación a nivel mundial.
Para Avendaño, el tema está en que "si no se puede controlar o regular, lo que se debe hacer es proteger al a televisión pública", afirmando que todos los beneficios de las plataformas tipo OTT, "van a ir en detrimento de la televisión pública".
Por su parte, el llamado hecho en su espacio editorial por Yamid Amat, era una alerta al gobierno para no ir tan rápido en el trámite de dicha iniciativa de ley, dando el espacio requerido a que sea debatida, estudiada y perfeccionada. Lo anterior, teniendo en cuenta que el proyecto fue presentado por el Gobierno Nacional bajo la modalidad de urgente, con todos los peligros que deriva la aprobación de una normativa a través del llamado "pupitrazo".
Para Amat, "el proyecto presentado por el Gobierno supone el marchitamiento de la televisión pública y la agonía del Canal 1". El periodista denuncia que el proyecto eliminaría a los canales privados el pago de 128.000 millones de pesos, a la vez que les extendería la licencia por 20 años más. "Pagarán solamente el 2,2% de su participación comercial", dice Yamid, denunciando a su vez un trato desigual con el canal en concesión.
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