Agencia de caridad turca ayuda a 1.3 millones de refugiados rohinyás

La Fundación Ayuda Humanitaria (IHH, por sus siglas en turco) con sede en Estambul, hasta la fecha ha llevado asistencia  a 1.3 millones de musulmanes rohinyás desde que se inició la crisis en el estado Rakaín de Birmania en agosto del año pasado.

Según un comunicado de la fundación, han entregado agua, alimentos, refugio y ropa, al igual que instalaciones sanitarias, de salud y rehabilitación a familias rohinyás en Bangladés, Birmania y la India desde 1996.

Más de 750.000 refugiados rohinyás, en su mayoría mujeres y niños, escaparon de Birmania hacia la vecina Bangladés después de que las fuerzas de seguridad birmanas iniciaran operaciones contra la minoría musulmana en agosto de 2017, informó Amnistía Internacional.

IHH construyó 7.432 hogares de bambú equipados con paneles solares, y tiene planes para erigir otras 13.000 unidades, informó.

Las unidades construidas fueron presentadas como modelo a otras ONGs de ayuda humanitaria por la Organización Internacional para las Migraciones de las Naciones Unidas (OIM).

La agencia también distribuyó carpas a 16.365 familias que permanecen en campos de refugiado en Birmania y Bangladés, agregó el comunicado.

Salud y acceso a agua potable

Durante los primeros días de la crisis el año pasado, IHH abrió tres centros de salud temporales en Birmania y Bangladés, donde ayudó con el tratamiento de 45 personas heridas.

Desde entonces, los centros han llevado a cabo chequeos de salud para 109.750 personas.

La agencia también ha traído agua potable a los refugiados mediante 113 pozos y 10 pozos profundos –cada uno con capacidad para 5.000 litros de agua- y 305 baños.

El comunicado señaló que fueron fundados cinco centros de rehabilitación para niños, algunos de los cuales resultaron huérfanos, en los campamentos de refugiados en Cox’s Bazar, Bangladés.

Los centros proveen albergue, educación, servicios de salud y alimentación para 1.094 niños. Otros 678 niños reciben ayuda mediante el programa de auspicio de huérfanos de la organización.

Los rohinyá, descritos por la ONU como las personas más perseguidas del mundo, han enfrentado temores de ataques desde que decenas de personas murieron en actos de violencia comunitaria en 2012.

Desde el 25 de agosto de 2017, casi 24.000 musulmanes rohinyá han sido asesinados por las fuerzas estatales de Birmania, según un informe de la Agencia de Desarrollo Internacional de Ontario (OIDA).

Más de 34.000 rohinyá también fueron lanzados al fuego, mientras que otros 114.000 fueron golpeados, dijo el informe de OIDA, titulado "Migración forzada de rohinyás: La experiencia no contada".

Unas 18.000 mujeres y niñas rohinyá fueron violadas por el Ejército y la Policía de Birmania. Más de 115.000 casas fueron incendiadas y otras 113.000 fueron objeto de vandalismo, agregó el informe.

Según Amnistía Internacional, más de 750.000 refugiados rohinyá, en su mayoría niños y mujeres, huyeron de Birmania y cruzaron a la vecina Bangladés después de que las fuerzas birmanas lanzaran una represión contra la comunidad minoritaria musulmana en agosto de 2017.

La ONU ha documentado violaciones masivas de pandillas, asesinatos, incluso de infantes y niños pequeños, golpizas brutales y desapariciones cometidas por las fuerzas de Birmania. En un informe, los investigadores de la ONU dijeron que tales violaciones podrían haber constituido crímenes contra la humanidad.