Los líos de la Sala Disciplinaria de la Judicatura
La interinidad está provocando que las decisiones de la Sala Plena afecten a funcionarios y hasta algunos de sus magistrados.
La Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura (compuesta por siete magistrados) entró en una interinidad desde 2015, debido a que la Reforma de Equilibrio de Poderes la acabó y la Comisión de Disciplina que la remplazaba no ha podido entrar en vigencia.
Desde entonces, los magistrados de esa Sala no tienen leyes establecidas y, por eso, algunos han violado el límite constitucional de su permanencia en el cargo. Por ejemplo, a los magistrados Pedro Sanabria y Julia Emma Garzón se les acabó su periodo de ocho años (eso hace tres años), pero ni por decoro han presentado su renuncia. Por el contrario, el magistrado Sanabria se ha hecho reelegir dos años seguidos como presidente de la Sala.
Desde entonces, en los pasillos de la Judicatura los conocen como los “dueños de la Sala Disciplinaria”. Esto se debe a que su experiencia y permanencia en el cargo les daría una mayor influencia en la elección de los otros cinco magistrados. Antes de 2015 eran nominados por el Congreso, pero como ahora la ley no está definida, la Sala es nominadora y se eligen entre ellos.
Por toda esta falta de control, en marzo de 2017 eligieron a uno de ellos en provisionalidad. Se trata del abogado Julio César Villamil, quien duró un año en el cargo. Según el presidente Sanabria, esto se produjo porque el reglamento interno lo define, pero en Colombia el periodo de todo magistrado es de ocho años.
Sin embargo, en la Judicatura cambió todo y la sala está eligiendo magistrados de un año, cuando hay dos que llevan 11 años en el poder.
Cuando este medio consultó sobre la salida de Villamil, explicó el magistrado Sanabria que el periodo era de un año, según su reglamento. Sin embargo, no respondió por qué para los magistrados Fidalgo Estupiñán, Magda Acosta, Maria Lourdes Hernández y Camilo Montoya no pasó lo mismo.
Lo que se ha logrado confirmar es que a Sanabria no le gustó la decisión de Villamil contra una decisión que se llevaba a cabo contra un polémico magistrado (del Meta).
Siendo así, el hecho de que la Sala Disciplinaria de la Judicatura “sacara” a un magistrado y nombrara a otro “de la nada” es apenas la punta del iceberg de lo que sucede en la Sala Disciplinaria.
A continuación, se presentan otras personas que han salido con decisiones similares y que le costarán al Estado una fortuna en demandas, porque algunas de ellas tenían carrera judicial, fuero especial o estaban pre pensionadas. Cabe señalar aquí que en Colombia, los pre pensionados tienen un fuero para no ser despedidos porque están cercanos a su pensión hasta tres años antes. Por ello, el empleador debe solicitar su despido a un juez laboral.
- Jainne Rozo, del equipo de Comunicaciones, llevaba más de 20 años en la Judicatura y tiene dos condiciones especiales. Es madre cabeza de familia y pre pensionada. Ya presentó una tutela y podría ser reintegrada, adicional indemnizada. Además, no le adelantaron proceso disciplinario.
- Daysi Sánchez, auxiliar judicial, también pre pensionada porque solo le faltan 100 semanas para alcanzar su pensión. Fue declarada insubsistente, pero pese a su advertencia, la despiden por escrito. Por Ley, la última opción del empleador es el despido, pues debe demostrar que no había posibilidad de encomendarle otra tarea y por ese error, ella ya presentó una tutela y de seguro el Estado la tendrá que reintegrar e indemnizar.
- Ivonne Sacristán, madre cabeza de familia, desvinculada sin proceso disciplinario.
- Marlon Javela, fue desvinculado en Ley de Garantías.
- Tania Álvarez, Paola Meléndez, Mabel Rojas, David Bajonero, Clara Patricia González y Javier Mauricio Rodríguez, magistrados auxiliares que salieron porque eran del equipo del magistrado Villamil y sin proceso disciplinario.
Como si fuera poco, en la Seccional de Bogotá que es donde también tiene injerencia el magistrado Sanabria, la situación es muy similar.
Por la interinidad, los magistrados al parecer son elegidos “a dedo” por la Sala del magistrado Sanabria porque la Sala Disciplinaria no ha tenido en cuenta la lista de elegibles.
En un caso, en esa misma Seccional fue elegido por provisionalidad un magistrado que se llama Ariel Lozano. Este también salió por orden de la Sala Plena y nombraron a otra persona que no hace parte de la lista de elegibles. Cabe destacar que viene de la CAR del Cesar, algo que no ha caído bien porque mientras cientos de profesionales que ganaron el concurso por méritos en la rama, eligen a alguien sin ese perfil: Siria Wells Jiménez.