El 47% de jóvenes consumen bebidas alcohólicas en presencia de sus padres
Así lo determinó un estudio de Nuevos Rumbos y Bavaria, realizado para el Día del Padre.
El consumo de alcohol en la infancia y en la adolescencia es nocivo, independientemente de la cantidad o la frecuencia con que se haga. Principalmente porque el alcohol genera daños en su organismo, los expone a mayores riesgos y es además ilegal.
De acuerdo con Red Papaz, "en Colombia se ha encontrado que quienes inician el consumo de alcohol a los 14 años o antes, tienen un riesgo 4 veces mayor de presentar consumo problemático de alcohol y 10 veces más de utilizar otras sustancias, en comparación con los que empiezan a beber después de los 21 años."
Sin embargo algunos padres aun conociendo los riesgos, son los primeros en acolitar estas conductas por parte de sus hijos, y es que como es ilegal adquirir bebidas alcohólicas, ellos necesitan de una persona mayor de edad que lo haga por ellos. De hecho de acuerdo con un estudio realizado por Nuevos Rumbos” y Bavaria, el 70% de los menores de edad han pedido a un adulto que les compren bebidas alcohólicas. Y es que el 66% considera fácil o muy fácil conseguir alcohol.
Esta es una problemática preocupante porque la edad de inicio es en promedio a los 12 años, donde el 14% de los participantes iniciaron el consumo de alcohol antes de los 10 años, con una mayor tendencia en los hombres (16%) que en las mujeres (12%).
¿Dónde consumen más los menores de edad?
Medellín y Tunja son las ciudades en las que se consume más frecuentemente alcohol, seguidas por Cali y Bucaramanga. Además, los departamentos más afectadas por esta situación son Caldas, Bogotá, Risaralda, Antioquia y Boyacá.
¿Qué pueden hacer los padres?
Es importante que las personas que tengan a cargo menores de edad sigas las siguientes recomendaciones:
- Genere ambientes de confianza, para que ellos quieran y puedan hablar con usted, conteste las preguntas de sus hijos y explíqueles con argumentos y razones claras por qué no deben consumir alcohol.
- Dé ejemplo. No les diga una cosa y que lo vean haciendo o promoviendo otra.
- Sea firme. No hay nada que negociar sobre el consumo de alcohol en niños, niñas y adolescentes.
- Escúchelos y hábleles en un lenguaje sencillo y directo, siempre con amor.