Monseñor Iván Marín se despide y agradece a comunidad de Popayán

Tras la decisión del papa Francisco de nombrar como nuevo arzobispo de la Arquidiócesis de Popayán a monseñor Luis José Rueda Aparicio, el saliente monseñor Iván Antonio Marín López agradeció a su comunidad y pidió al Gobierno atender a los pueblos necesitados.

Marín López dijo que se siente agradecido con Dios por darle la oportunidad de servir a la comunidad caucana, y anunció que el sucesor continuará las tareas de la Iglesia, pues se trata de un gran pastor con toda la capacidad.

“Estoy muy agradecido con la comunidad, con la gente de Popayán y todo el Cauca. Puedo decir que me ‘caucanizado’ desde lo más profundo de mi corazón”, agregó.

El monseñor resaltó el trabajo que se ha realizado desde 1546, cuando el papa nombró un obispo para Popayán, que tenía como jurisdicción medio país y desde donde se ha forjado “una iglesia viva” que cuenta en la actualidad con 92 parroquias.

Sobre los retos que asumirá el nuevo Arzobispo, dijo que es necesario continuar evangelizando para encender luces de esperanza e iluminar caminos para las comunidades en el campo político, económico y de desarrollo.

Agregó que en el departamento hay comunidades rurales que en su mayoría están desprotegidas y la ausencia del Gobierno ha permitido la proliferación de fenómenos como los cultivos ilícitos y el narcotráfico.

“Pero hay retos, hay esperanzas y una juventud maravillosa (…) Decirle al Cauca y a Popayán cuanto los quiero, uno como obispo y pastor se enamora del pueblo, quiero mucho a mi gente a la que me he entregado con toda mi generosidad, no hay pueblo, vereda ni corregimiento que no haya visitado, seguiremos muy unidos en la oración”, agregó.

Finalmente, Iván Marín López señaló que continuará el ejemplo del papa Benedicto de ponerse a un lado, pero no retirarse nunca del quehacer eclesial, con oración y trabajo en favor de la comunidad.

Es de recordar que el nuevo arzobispo proviene de Montelíbano, Córdoba.

Monseñor Iván Antonio Marín López se desempeñará como Administrador Apostólico “sede vacante”, hasta la toma de posesión de su sucesor, el próximo 7 de julio.