Facebook evalúa la efectividad de los votos negativos para mejorar el 'discurso público'
Desde el pasado mes de febrero, la compañía de Mark Zuckerberg está analizando la utilidad de un nuevo sistema de votos negativos que reduciría la visibilidad de publicaciones ofensivas o directamente falsas.
Si el pasado mes de febrero la red social Facebook implantó de forma temporal en Estados Unidos un nuevo botón para expresar disconformidad o rechazo ante determinadas publicaciones -en la línea de lo que ya hacen otras plataformas como Reddit o YouTube para analizar el grado de aceptación de sus contenidos-, ahora la empresa de Mark Zuckerberg ha hecho lo propio con los usuarios de Nueva Zelanda para seguir evaluando la efectividad de la medida.
A diferencia de los emoticonos que reflejan enfado o tristeza, que bien podrían ir dirigidos no al mensaje o enlace en cuestión sino a la naturaleza del contenido que encierran, esta herramienta -simbolizada con un pulgar señalando hacia abajo- podría servir, entre otras cosas, para reducir la visibilidad de aquellas publicaciones que pudieran ser ofensivas, denigrantes o que incluso pudieran contener noticias falsas, contribuyendo así a la realización de una de las tareas que más se le han exigido a la red social en los últimos tiempos: la mejora en la calidad del discurso público.
"Nuestra esperanza es que esta opción nos ayude a crear jerarquías de contenidos y de comentarios. Aquellos que más votos positivos tengan y, por tanto, reciban menos votos negativos estarán mejor posicionados. Con esta herramienta el análisis de las publicaciones no estará tan ligado a la reacción emocional, sino a lo apropiado y adecuado de los mismos, y podremos generar espacios más saludables de discusión pública", ha explicado un portavoz de la compañía al canal BBC News.
No obstante, el mismo representante ha insistido en la idea de que la introducción del mencionado botón es "temporal" y parte de una prueba de viabilidad que podría extenderse durante meses. De esta forma, habrá que esperar una larga temporada antes de comprobar si Facebook sigue el camino marcado por sus competidores o, por el contrario, opta finalmente por desarrollar otras estrategias con las que atajar aquellas manifestaciones de odio, sexismo y racismo que siguen invadiendo buena parte de sus publicaciones.